En el año 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, Georges Simenon huye de la justicia francesa y de las investigaciones del Comité nacional de depuración de la gente de letras, que lo consideran sospechoso de colaboracionismo. Primero se instala en Canadá, en una pequeña población de la provincia de Quebec. Pero al año siguiente, tras casarse con su secretaria Denise Ouimet en Reno (Nevada) al día siguiente de divorciarse de Régine Renchon, su primera mujer, se traslada a los Estados Unidos, donde residirá hasta 1955, que vuelve a Europa para quedarse definitivamente.
En este intervalo de diez años, Simenon viaja incansablemente por América del Norte y visita Nueva York, California, Florida, Arizona y toda la costa este. De la estancia en estos lugares, saca una experiencia que le permite penetrar en la sociedad norteamericana hasta el punto de crear una obra como Los hermanos Rico, que parece escrita por alguno de los autores clásicos norteamericanos de serie negra. Pero la elegante pluma de Simenon deja de lado disparos y sangre y se centre en la psicología de los personajes, estos tres hermanos, Eddie, Gino y Toni, criados en Brooklyn e integrantes de una organización criminal que controla el juego y las apuestas del país.
La trama de la novela gira alrededor de Eddie, el mayor de los tres hermanos Rico, establecido en Santa Clara (California) como próspero comerciante de fruta al por mayor y respetable padre de familia, pero que en realidad es quien se encarga de velar para que el control sobre el juego y las apuestas en este estado se lleve a cabo sin problemas. Su fidelidad a la organización es puesta a prueba cuando le piden que localice y transmita un mensaje a sus hermanos, a quienes se busca porque sus últimas acciones pueden llegar a comprometer a la red criminal. Eddie sabe lo que esto significa y se debate entre el vínculo profesional y el familiar, consciente de lo que cada opción puede comportar.
El relato, escrito con la precisión y claridad características de Simenon, nos ofrece de forma indirecta una aproximación al mundo criminal de los Estados Unidos en los años cincuenta, sus personajes y la amplitud de sus tentáculos. Una novela inteligente, sutil y planteada con una intensidad psicológica impropia del género y que la convierten en una lectura de amplio espectro e ideal para el verano.
Simenon termina Los hermanos Rico (Les frères Rico) el 22 de julio de 1952, en Shadow Rock Farm, la casa que compró en Lakeville (Connecticut) y donde vivió con Denise Oumet de 1950 a 1955, que volvió a Europa, y se publica aquel mismo año en París, por Presses de la Cité. Se ha hecho una adaptación cinematográfica de la novela (The Brothers Rico, 1957), dirigida por Phil Karlson y protagonizada por Richard Conte, y posteriormente un telefilm (The Family Rico, 1975), realizado por Paul Wendkos y protagonizado por Ben Gazzara.